Mirando hacia atrás / Looking back

by - abril 22, 2022

 Ahora, de vuelta en Kamala, el hostal donde voy a trabajar las próximas semanas, y después de haber dedicado 5 días a descansar, reflexionar, mirar hacia atrás y analizar lo vivido, es cuando me doy cuenta de cuánto he crecido como persona. 

Es curioso lo rápido que pasa el tiempo y a veces ni nos inmutamos de todo lo que avanzamos, vemos, crecemos, cambiamos, mejoramos, maduramos. 

Hace casi seis meses que decidí coger un avión con destino Quito. Esa Rocío tenía mil ideas de lo que sería su viaje, de lo que vería, de lo que iba a experimentar. Pero, puedo decir, que todo lo que he vivido, apenas entraba en un rinconcito de mi imaginación. Ha superado todas mis expectativas.

Es curioso mirar hacia atrás y repasar uno a uno cada uno de tus pasos. Dicen que nunca hay que mirar atrás, pero... ¿por qué no? Gracias a mirar atrás he podido ver qué errores he cometido. He podido encontrar la respuesta a miedos, inseguridades y debilidades. He podido convertirme en una versión mejorada de mí que nunca deja de crecer, de ser lo suficientemente humilde para saber que siempre hay cosas que aprender de todo y de todos. Y gracias a mirar atrás, he podido valorar lo que tengo hoy. 

Mirar atrás e intentar ser mi mejor versión de mí ha propiciado que hoy pueda trabajar administrando el hostal donde hace 4 meses llegué con ilusión, desconocimiento, quizá algo de ingenuidad, pero mucha mucha energía. Hoy escribo esto sentada desde el despacho que un día me vio llegar inocentemente sin saber todo lo que le esperaba en este lugar. Sin saber que conocería personas que me acompañarían miles de kilómetros más allá, sin saber que cada rincón de este lugar marcaría mi corazón a fuego, como ningún otro lugar lo había hecho antes. Sin saber que este lugar me haría perder el miedo a ser quién soy, y me daría la libertad de saber que cuando repartes amor, solo puedes recibir más amor. 

Hoy, la Rocío sentada en este despacho, mira hacia atrás y ve a la Rocío sentada en el avión, y le sonríe. Le estoy agradecida por cada una de las decisiones que tomó, por cada uno de los errores que cometió y por cada una de las decepciones que superó. Todo ello me han llevado hasta aquí, hasta donde estoy a día de hoy. 

Y sí, hay que mirar atrás para agradecer donde has llegado, para identificar tus errores y procurar no volver a cometerlos, para vivir una vida más sincera y honesta con tus valores y principios. Para vivir una vida plena y feliz. 


Now, back in Kamala, the hostel where I'm going to work for the next few weeks, and after spending 5 days resting, reflecting, looking back and analyzing what I've experienced, is when I realize how much I've grown as a person.

It's funny how quickly time passes and sometimes we don't even flinch from everything we go through, we see, we grow, we change, we improve, we mature.

Almost six months ago I decided to take a plane to Quito. That Rocío had a thousand ideas of what her trip would be, of what she would see, of what she was going to experience. But, I can say that everything I've experienced barely entered a corner of my imagination. It has exceeded all my expectations.

It is curious to look back and review each of your steps one by one. I've been told to never look back, but... why not? Thanks to looking back I have been able to see what mistakes I have made. I have been able to find the answer to fears, insecurities and weaknesses. I have been able to become an improved version of myself that never stops growing, of being humble enough to know that there are always things to learn from everything and everyone. And thanks to looking back, I have been able to value what I have today.

Looking back and trying to be the best version of myself has meant that today I can work managing the hostel where I arrived 4 months ago with enthusiasm, ignorance, maybe a little naivety, but a lot of energy. Today I write this sitting from the office that one day saw me arrive innocently without knowing everything that awaited her in this place. Without knowing that I would meet people who would accompany me thousands of kilometers further, without knowing that every corner of this place would mark my heart on fire, like no other place had done before. Not knowing that this place would make me lose my fear of being who I am, and give me the freedom to know that when you spread love, you can only receive more love.

Today, Rocío sitting in this office looks back and sees Rocío sitting on the plane, and smiles at her. I am grateful to her for every decision she made, every mistake she made, and every disappointment she overcame. All this has led me to where I am today.

And yes, you have to look back to be grateful for where you have come, to identify your mistakes and try not to make them again, to live a more sincere and honest life with your values ​​and principles. To live a full and happy life.


You May Also Like

0 comments