Hace 3 días que fue la última luna llena. Una luna especialmente rojiza que iluminó con fuerza la noche del sábado 16 de abril durante mi camino en el bus de Guayaquil hacia Cuenca. Esa luna llena, la primera que veo en todo su esplendor desde que empecé mi viaje, me hizo pensar.

Hace casi 6 meses que decidí emprender este viaje por Sudamérica sin una fecha de vuelta a España. Hace más de 170 días que no tengo una casa ni un lugar estable de más de 2 semanas. Y ahora es cuando por fin comienzo a plantearme escribir un blog sobre todo aquello que pienso, siento y analizo durante este sinfín de idas y venidas de un lado a otro. Y es que no es suficiente el plasmar la rutina o las cosas "a la vista" que uno hace cada día, al menos en mi caso. Cada día paso por al menos 5 tormentas diferentes dentro de mí, con 5 conclusiones o reflexiones nuevas que marcan en cierto modo el futuro próximo o lejano de mi viaje. 

Mi día a día ya lo estoy reflejando en mi cuaderno. Ahí tengo algunas de las cosas que me han sucedido durante este tiempo, ya que es imposible poder reflejar en papel todo aquello que se me pasa por la mente. También tengo billetes de tren, flores, pequeños detalles físicos que me devuelven al momento en el que escribí aquellas palabras. 

Esto no será un cuaderno de viaje ni un diario. Es más bien un bloc de notas donde quiero ir apuntando mis reflexiones, mis momentos de lucidez y oscuridad, mis tormentas de sentimientos y mis océanos de pensamientos. Al ser a ordenador, me permite fluir con más rapidez y escribir prácticamente al mismo tiempo que las ideas se cruzan en mi cabeza. El problema de escribir a mano es que solo puedes reflejar un 10% de lo que realmente piensas y sientes si no quieres pasarte escribiendo los siguientes 3 días sin dormir. Al menos ese es mi caso. 

Por eso, os doy la bienvenida al que será mi pequeño pozo del alma. Aquí encontraréis quizá a una Loba más reflexiva, íntima, indecisa y segura, pesimista y optimista... una Loba en todas las versiones que esta vida a podido crear. 

¡Bienvenidos a mi Cueva!